Terres de l’Ebre es una destinación turística emergente, lejos de les aglomeraciones de los circuitos turísticos convencionales, con un clima estable y favorable durante todo el año. Es, sin duda, una destinación para disfrutar en familia y con los amigos.
En Terres de l’Ebre encontraréis tantas opciones como podáis imaginar: su litoral, un rico patrimonio cultural e histórico, paisajes de gran belleza natural donde disfrutar de actividades al aire libre, una gastronomía típicamente mediterránea, una amplia oferta de ocio, zonas de gran tradición vinícola y arrocera y una gran variedad de fiestas populares y recreaciones históricas.
El río Ebro ha estado, sigue siendo y posiblemente será el eje vertebrador de estas cuatro comarcas, las más meridionales de Cataluña. Pero también es un espacio para disfrutar, o bien navegando a bordo de un laúd turístico, o bien haciendo un paseo en piragua o kayak.
Terres de l’Ebre destaca sobre todo por sus espacios naturales, uno de los principales motivos para visitarlo. Encontraréis dos parques naturales, el del Delta de l’Ebre y el dels Ports, una reserva natural y 19 espacios más, todos protegidos bajo la figura de Xarxa Natura 2000. El 35% de su territorio está protegido. Un paraíso para los amantes de la naturaleza donde practicar actividades como la escalada, el senderismo y la observación de aves. O bien practicar el cicloturismo en los espacios montañosos o en la plana deltaica, sin olvidar la Vía Verde, que cruza la Terra Alta y el Baix Ebre a lo largo de 49 km.
El litoral recoge todas las variantes que ofrece el mar Mediterráneo. Al norte sobresalen calas solitarias, escondidas por los acantilados, y al sur dominan las playas espaciosas, de arena fina y aguas poco profundas.
El Ebro ha sido un elemento clave para todas las civilizaciones que han echado raíces en este territorio. El paso de estas poblaciones ha dejado un legado histórico y arquitectónico singular y único, dando personalidad y carácter a estas cuatro comarcas. La diversidad cultural se refleja en la variedad de propuestas existentes, como es la visita a las pinturas rupestres de Ulldecona, declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, el conjunto monumental de la ciudad de Tortosa, los diferentes espacios de la Batalla del Ebro, las bodegas cooperativas de Gandesa y el Pinell de Brai o el centro Picasso en Horta de Sant Joan.
La riqueza cultural, histórica y festiva del territorio se expresa al máximo en el carácter amable y acogedor de su gente y en su gastronomía, que es un mosaico de la mejor tradición mediterránea, donde resalta el cultivo del arroz en diferentes poblaciones del territorio, como en Amposta, pero también la riqueza de los productos locales como las variedades de pescado y marisco local y el cultivo de hortalizas, frutas y productos de la tierra, como es el vino de la DO Terra Alta, el aceite de oliva y la miel, muchos de los cuales disfrutan de certificados que avalan su calidad.
Hoy en día, se pueden presenciar distintas fiestas declaradas de interés turístico, que nos aproximan a épocas pasadas, como la Fiesta del Renacimiento en Tortosa, la representación tradicional de la Pasión de Ulldecona o la festividad de Sant Antoni en el municipio de Ascó, declarada fiesta cultural de interés nacional.
Aquí, en l’Ampolla, empieza todo.
Un lugar ideal donde iniciar el camino para conocer el conjunto de la destinación.
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